En una sentencia definitiva que pone en evidencia las fallas en el servicio de energía en los sectores populares de Barranquilla, la Electrificadora del Caribe fue condenada civilmente a pagar una millonaria indemnización por la muerte de la señora Miriam Sevilla Payares, una ama de casa que falleció electrocutada al recibir un inesperado “corrientazo” dentro de su casa ubicada en el barrio Villa San Carlos.

Al quedar demostrado que el fallecimiento de la infortunada mujer ocurrió por causas atribuibles a Electricaribe y no a la occisa, el Juzgado Primero Civil del Circuito de esta ciudad resolvió declarar responsable a la entidad de la muerte de la ama de casa y de los perjuicios morales padecidos por los hijos y nietos de la finada.

La muerte de Miriam Sevilla Payares ocurrió el 17 de agosto de 2008, a las 4 de la tarde, cuando se disponía a conectar la lavadora a un tomacorriente de la casa. En ese instante se produjo un inesperado alto voltaje de energía en el sector, lo que conllevó a que la infortunada ciudadana recibiera una fuerte descarga eléctrica.

Familiares y vecinos del sector la trasladaron hasta la Clínica San Ignacio, pero allí llegó sin signos vitales.

Por efectos de la sentencia, Electricaribe deberá cancelar la suma de 140 millones de pesos para resarcir el sufrimiento padecido por sus más cercanos familiares. Esta sentencia fue apelada por Electricaribe pero el Tribunal Superior de Justicia, Sala Civil, confirmo el fallo señalando que no se demostró que el insuceso se debió a una imprudencia de la víctima por manipular partes metálicas defectuosas o que el piso estuviera mojado cuando pretendía conectar el electrodoméstico,

“La condena impuesta a la Electrificadora es un importante mensaje de la justicia contra las empresas prestadoras de servicios públicos domiciliarios, en el sentido de que tienen que responder por los daños que sufran los usuarios con ocasión de la prestación del servicio que ofrecen”, dijo la Abogada Zully Cortés Marino, apoderada de la familia Sevilla.

La muerte de Miriam Sevilla tuvo trascendencia en su momento, ya que los medios de comunicación se ocuparon ampliamente del hecho.

La occisa tenía 63 años de edad cuando ocurrió el fatídico percance.